El mundo está lleno de límites, de fronteras, de barreras que controlan nuestros movimientos, mermando de diferente manera esta libertad.
A veces uno piensa que detrás del muro está la libertad, sin embargo el terreno nuevo tiene sus propias formas de control y también está separado de otros lugares con otras fronteras.
Por tanto, el control humano en la Tierra no tiene límites. Sin embargo, para poder controlar, el humano los pone.