Una mañana se me cae el café en el cuaderno.
La mancha me sugiere una figura.
Aún semidormida, café en mano izquierda, pluma en mano derecha, se dibujan unas líneas negras, casi solas.
Así nacieron mis Cafelines: una especie de ensoñaciones en dibujo.
Estos bailarines salieron ya de la cafetera, pero cuando dibujo, intento no pensar, simplemente plasmar lo primero que me vino a la cabeza, dejar a mi mano que haga, sin pretensión, sin objetivo.
Es un ejercicio maravilloso para dejar fluir a la mente y quitarle el control a la razón un ratito.
∴∴∴ Ahora, cuando preparo café, lo comparto con mi cuaderno. ∴∴∴
Goteo sobre el papel y con el pincel bien bañado, moldeo manchas arbitrarias.
Aquí, del fondo de la cafetera, salió un espíritu llevando flores…
Los Cafelines son completamente libres de interpretación, ¿qué veis aquí?:
Pronto sabréis lo que yo vi, porque cada LUNES publico un Cafelín nuevo en mi cuenta de Instagram y de Facebook.
Me encantará recibir comentarios sobre vuestras visiones e interpretaciones de los Cafelines.
Os deseo muy buenos lunes.
¿Quién provocó primero, la mancha a la forma o fue la forma que necesitaba ser manchada? La misma relación que puede haber entre razón y emoción, ¿se precisan o bien se excluyen como una locura?
¿El azar existe? Yo creo que sí. Y de una misma mancha, cada persona sacaría distintas posibilidades. Incluso una misma persona, en diferentes momentos generaría diferentes caminos. Qué misterio y qué belleza la infinidad de opciones.
Me encanta!!! Siempre me han encantado las manchas del cafe o de una infusión en mi caso.
Cuando caen por azar sobre una hoja en blanco me gusta marcar el borde y jugar con las formas que se generan, a ver que sale…
He encontrado esto por si aporta alguna idea.
https://www.salirconarte.com/magazine/joven-artista-crea-sorprendentes-dibujos-manchas-cafe-otros-alimentos/
¡Gracias! por tu comentario y por el link, ciertamente muy interesante esta artista. En su caso, ella controla las manchas y genera la imagen que quiere. Muy bonito.
Guau, que interesante!
Yo de pequeña cundo me metía en la cama imaginaba todo tipo de historias y personajes con el gotelé de la pared.
Ahora me encanta dejarme llevar en la cocina con los alimentos de que dispongo para crear cosas nuevas.
Una maravilla la creatividad.
En el gotelé, en los dibujos del mármol, en las vetas de la madera… yo veo personajes en todas partes 🙂
Si…. interesantes transformaciones y reconversiones propias de un artista. Un mundo de sugerencias…
Me ha hecho recordarme, pequeña, escolar, con el cuaderno de caligrafía abierto, con la barbilla pegada al papel, intentando que el trazo del plumín mojado en el tintero y cargado justo lo suficiente para que no se descolgase ningún borrón, fuese grueso y fino al subir o bajar, tal y como lo mandaba el modelo de la plana….
Pero no siempre hacia la tarea caligráfica contenta. Muchas veces lloraba mientras trazaba las lineas… Recuerdo penas infantiles…
Y recuerdo las lagrimas cayendo sobre las letras, y recuerdo el pasmo al verlas desdibujarse, licuarse y reconvertirse en imágenes móviles… fantasmagóricas, cómicas, maravillosas… Me hacían disfrutar mucho rato, y cuando volvía a la realidad sólo tenía que pensar en pasar el papel secante lo mejor que pudiera, y tener mucho cuidado de que no me volviese a suceder, porque me tocaría repetir la plana, y eso si que no…. Seguía con la tarea escolar contenta porque ya había tenido mi ración de fantasía para olvidar las penas…